domingo, 15 de mayo de 2016

PAUTAS DE INTERVENCIÓN PARA PADRES





Cuando se hace un balance de la vida de estas personas se deduce que cuando se interviene en funciones de ayuda o asistenciales ya se ha llegado tarde. La detección precoz y la prevención de problemas es muy importante, pero también hay que tener en cuenta las necesidades de las familias con personas con inteligencia límite. En primer lugar, las familias necesitan una asistencia psicológica inicial para facilitar la asunción de la discapacidad del hijo, ya que a veces, cuando la familia recibe la valoración de que su hijo tiene un problema de estas características puede sufrir un impacto importante. A veces, se cuestionan y se pueden sentir culpables, tristes, deprimidos, angustiados ante cómo abordar la situación. Se produce un conjunto de reacciones emocionales dominadas por el duelo de perder súbitamente al hijo idealizado en el que se había depositado lo mejor. La familia, por lo tanto, necesita un soporte y un apoyo en este momento y en los que surgen dudas, de los profesionales.
Por otra parte, necesitan orientación para iniciar la atención temprana ya que la familia es uno de los agentes del proceso. Es decir, su papel es fundamental tanto en el acompañamiento cotidiano, como cuando son necesarias intervenciones rehabilitadoras y/o terapéuticas. La familia debe actuar en equipo con los profesionales. Deben ser orientados sobre cómo responder en determinadas ocasiones, la actitud más conveniente en cada caso, a partir de comprender el por qué de ciertas reacciones o conductas de la persona con inteligencia límite.
Existe bastante evidencia sobre el beneficio que para determinadas condiciones producen los grupos psicoeducativos. Servicios que atienden a este colectivo y, sobre todo, aquellos que presentan problemas emocionales u otros trastornos de salud mental acompañados o no de trastornos de conducta. Las familias, principalmente, necesitan estar bien informadas de las características de sus hijos con  y de sus posibles formas de reaccionar, así como de las respuestas más adecuadas. Esto les dará seguridad y serán unos buenos colaboradores en los proyectos reeducadores que puedan plantearse. Necesitan también información sobre el perfil de capacidades y, su contrario, el perfil de dificultades, así como las diversas opciones que se pueden plantear para su educación e inserción laboral futura. La información ha de ser lo más objetiva y basada en una exploración y valoración exhaustiva, ajustándola a la realidad y a lo que se pueda pronosticar, sin ser catastrofista ni esperanzador en extremo. La familia bien informada, sobre todo en la etapa infantil, ha de dar su opinión en los proyectos educativos.
Respecto a los proyectos laborales puede colaborar en la motivación y el estímulo, pero es la propia persona afectada quien ya debe manifestar su deseo. En el proceso de las personas con inteligencia límite muchas veces requiere unos planteamientos de intervención de tipo transversal. Son varios los recursos y los profesionales que deben intervenir en diferentes momentos. En la etapa infantil va a intervenir el pediatra, el neuropediatra, la escuela, a veces la asistencia social y más adelante se pueden ir sumando la salud mental, los equipos de inserción laboral y determinadas ayudas sociales. Es muy importante la coordinación entre los profesionales de las distintas disciplinas que han de intervenir. Ha de existir un proyecto consensuado que permita una continuidad de planteamientos y cuidados.
Las principales dificultades personales con las que se encuentran los padres son:
-La Inteligencia Límite comporta en la mayoría de los casos un desajuste personal, provocado principalmente por la falta de adaptación al entorno que los rodea. Este entorno configurado por una sociedad cada vez más exigente, competitiva y rápida, no tiene en cuenta ni su problemática, ni sus dificultades ni sus capacidades.
-Las personas con Inteligencia Límite reciben, en la mayoría de los casos, la educación primaria, generalmente con las adaptaciones correspondientes, pero es en la educación secundaria cuando se encuentran incapaces de seguir el ritmo académico que se les pide.
-Limitaciones en la consecución de los apoyos necesarios para vivir de forma
autónoma.
-Mayor vulnerabilidad de padecer, con el paso del tiempo, de patología mental.

Algunos consejos para padres podrían ser los siguientes:
-Pierda el miedo a la etiqueta: inteligencia límite. Lo importante siempre es que todo niño aprende en función de su propia capacidad y en función de las expectativas que sobre él tienen sus padres. No le ponga límites a su hijo.
-Anime a su niño a ser independiente. Por ejemplo, ayúdele a que aprenda las destrezas para el cuidado diario tales como vestirse, comer sólo, usar el baño…
-Cuente con él. Déle tareas a su hijo para hacer. Tenga en mente su edad, su capacidad para mantener atención, y sus habilidades. Divida la tareas en pasos pequeños. Por ejemplo, si la tarea es  poner la mesa, pídale primero que ponga el mantel, después que saque la cantidad apropiada de servilletas. Después pídale que ponga una servilleta en el lugar de cada miembro de la familia en la mesa. Haga lo mismo con los platos, uno por uno. Explíquele lo que debe hacer, paso por paso, hasta que termine el trabajo. Agradézcale mucho el esfuerzo. Demuestre su satisfacción por cómo ha realizado el trabajo.
-Ayúdele cuando su hijo necesite ayuda. Pero sólo la ayuda necesaria para que sea el niño quien realice la tarea. Para que se sienta útil. Para que sea feliz.
-Averigüe cuáles son las destrezas que está aprendiendo su niño en la escuela. Busque maneras de aplicar aquellas destrezas en casa. Por ejemplo, si el maestro está repasando una lección sobre el dinero, lleve su niño al supermercado. Ayúdele a contar el dinero para pagar la cuenta. Ayúdele a contar el cambio.
-Busque oportunidades dentro de su comunidad para que su hijo realice actividades sociales tales como ir de excursión con los Boy Scouts o actividades teatrales en su centro de recreo y deportes. Esto ayudará a su niño a desarrollar destrezas sociales y divertirse.
-Hable con otros padres cuyos niños tienen inteligencia límite. Los padres pueden compartir consejos prácticos y apoyo emocional. Reúnase con la escuela y desarrolle un plan educacional para tratar las necesidades de su niño. Manténgase en contacto con los maestros de su niño. Ofrezca su apoyo.

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