Las principales
características que pueden definir a las personas con Inteligencia Límite
haciendo una aproximación general a sus características específicas y definitorias
son las siguientes:
A
nivel general:
-Sin rasgos físicos
aparentes. Esta aparente “normalidad” tiene ventajas y también inconvenientes:
les hace sentirse incomprendidos por familiares, a veces por profesionales,
pero sobre todo por parte de las personas con quienes establecen relaciones
secundarias.
-Desfase entre su edad
cronológica y su edad mental. A partir de la adolescencia, se hace más evidente
la disonancia de capacidades e intereses con personas de la misma edad.
-Falta de iniciativa y
limitada capacidad para generar mecanismos racionales que les permitan la
resolución de situaciones cotidianas.
-Poca capacidad creativa
que les impide adaptarse con éxito a situaciones novedosas.
-Dificultad en la toma de
decisiones y en la resolución de conflictos.
-Dificultades en
psicomotricidad (fundamentalmente en psicomotricidad fina).
A
nivel intelectual:
-Proceso
de aprendizaje lento, que necesita más apoyo y más tiempo que sus grupos de
referencia, para alcanzar el nivel que viene marcado por su propio Cociente
Intelectual.
-Déficit en la comprensión
de dimensiones abstractas.
-Dificultades para
organizarse, ubicarse. Necesitan mecanizar, repetir la operación y aprenderla
siguiendo un modelo previo.
-Mayor peso de la
inteligencia cristalizada (implica la capacidad para enfrentarse a tareas que
requieren el entrenamiento, la escolaridad, y la socialización) que de la
inteligencia fluida (indica la capacidad para solucionar problemas previamente
desconocidos, mediante la adaptación y la flexibilidad).
-Problemas de
lectoescritura.
-Dificultades en el
desarrollo del lenguaje.
-Dificultades en la
gestión del dinero, en la devolución del cambio y en el valor del dinero.
-Dificultades en la
organización, gestión y planificación del espacio-tiempo.
-Buen nivel de memoria
selectiva en detrimento de otros tipos de memoria.
A
nivel social:
-Déficit de habilidades
sociales.
-Dificultades en las
relaciones afectivas: relacionarse con las demás personas, hacer amigos y
conservarlos, tener pareja y formar una familia.
-Dificultades en la
asunción de algunas responsabilidades consideradas propias de personas adultas:
desarrollo de rol de padre o madre, control de recursos económicos propios y
buscar trabajo.
-Falta de iniciativa e
improvisación, fuera de sus hábitos.
-Dificultad en la
organización del tiempo libre.
A
nivel psicológico:
-Vulnerabilidad emocional.
-Baja autoestima.
-Baja tolerancia al
fracaso y la frustración.
-Más probabilidad de
presentar cuadros de ansiedad y/o depresión, miedos, etc.
-Inseguridad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario